Por Sebastián Alberoni
Ya hemos compartido en otros escritos [1] [2] acerca de una nueva o más completa idea del perdón. No ver más el perdón como “me hiciste algo malo, le confiero realidad a eso malo que me hiciste, pero hago cierto esfuerzo, y te perdono, incluso sintiéndome un poco superior a ti”. La idea que ya hemos propuesto y también solemos compartir en nuestros Retiros Espirituales y Curso Online es poder ver más allá del error, ver más allá de la personalidad distorsionada de la otra persona, más allá de los bloqueos, programaciones y heridas, tal vez arrastradas de la infancia, que la llevaron a actuar de esa manera. Ver directo al Ser, a la parte esencial de esa persona, y esto solo lo podemos hacer cuando vemos desde nuestro propio Ser, allí donde comenzamos a percibir la Unidad. Como ya hemos dicho, esto más que una acción es un estado de Ser, en el cual sentiremos muchísima paz, por eso los principales beneficiados al perdonar de esta manera seremos nosotros mismos. Por supuesto, para poder perdonar de esta manera, al primero que tengo que poder perdonar es a mí mismo, aceptando y abrazando mi propia personalidad distorsionada, mi ego, mis sombras.
Ahora bien, la idea de este escrito es integrar esta idea con una visión de Equilibrio. La pregunta que muchas veces surge a partir de esta idea es, “si, entiendo, pero ¿esto quiere decir que tengo que dejar que los demás me hagan cualquier cosa? ¿Qué pasa si el otro está obrando claramente mal, de forma muy indebida, provocándome un daño a mi y/o a otros?” “¿Esta idea del perdón significa que me tengo que poner de alfombra para que otros me pisen?”
Por supuesto la respuesta es un claro y rotundo NO. Esta idea o propuesta para nada implica tener que dejar que los otros pasen por encima de mí, que hagan a su antojo aunque me perjudiquen. Puedo sostener esta visión de perdón dentro mío, la cual me dará mucha paz, mientras pongo un claro límite a la parte distorsionada de la personalidad del otro, al ego del otro, a esa parte que está separada de su parte más esencial, sobre todo cuando el otro está demasiado identificado con esa parte, que en últimas instancias es ilusoria.
Podemos estar anclados en nuestra esencialidad, en nuestro corazón, y desde allí poner este límite con claridad y firmeza, incluso alejarnos de la persona o situación de ser necesario. Pero será una firmeza con otra cualidad, no será desde un lugar reactivo sino con asertividad, palabra muy utilizada hoy en día, que justamente significa encontrar este equilibrio entre pasividad y agresividad.
También podríamos ver esta propuesta como una búsqueda del equilibrio e integración entre la visión desde el plano espiritual y la visión más terrenal y humana.
Todas estas situaciones podemos tomarlas e integrarlas como parte de nuestro camino, sabiendo que al atravesarlas estamos dando pasos necesarios para seguir creciendo y expandiendo nuestra conciencia.
Autor: Sebastián Alberoni - www.caminosalser.com/sebastian-alberoni/
• Creador del Curso Online “Camino Espiritual Integrado”: dirigido a: quienes estén en la búsqueda de un Camino Espiritual con bases en una espiritualidad profunda, madura, aplicable a la vida cotidiana. ver más »
• Facilitador de los Retiros Espirituales de Caminos al Ser en Capilla del Monte, Córdoba, Argentina. ver más »
• Instructor de Meditación de la Conciencia Pura y Meditación So Ham
Meditación, Retiros Espirituales, Meditación de la Conciencia Pura, Ho'Oponopono, Camino Espiritual Integrado, Meditación So Ham, Sesiones Individuales... ver más