Lo que sucede durante la práctica de la MCP
Es una técnica muy sencilla que se practica durante 15 o 20 minutos, preferentemente por la mañana antes de comenzar con la actividad diaria, y por la tarde luego de finalizar las actividades del día.
Para comenzar la persona se sienta en una postura cómoda de su elección, no hace falta que sea una postura en particular pero se recomienda mantener la columna medianamente derecha.
Para explicar el procedimiento utilizaremos una analogía. Al principio la mente está en su estado habitual, en la superficie del océano, en las olas de los pensamientos y emociones que van y vienen. A esto le llamamos la mente consciente. Podemos ver esta analogía en el siguiente dibujo. Al principio nuestra atención estaría en el barco, movido por las olas:
(Fuente imagen: www.estaciondeluz.com, Sonia Steed)
En el fondo del océano se encuentra la quietud, la paz, y el acceso a la Inteligencia Creativa, el Campo de Consciencia Pura, Ser Superior, la Fuente de toda dicha, paz e inspiración. Para ir hacia el fondo del océano utilizaremos un vehículo llamado Mantra. Mantra es un término de origen sánscrito, que deriva de la raíz verbal man, que significa pensar, y el sufijo tra, que significa instrumentalidad. Entonces, decimos que, mantra es “un instrumento de pensamiento” o “dispositivo mental”.
Entonces, la persona comienza a aplicar su Mantra, pensándolo sutilmente, dejando que se diluya, y esta sutilización y dilución del mantra, que no requiere ningún esfuerzo ni concentración, nos va llevando naturalmente hacia niveles de mayor quietud mental, profundizando en nuestra mente inconsciente, hacia “el fondo del océano” según nuestra analogía.
Luego de llegar a cierto grado de profundización, lentamente y sin darnos cuenta suelen volver a aparecer los pensamientos o distracciones, y siguiendo con la analogía, volvemos a la superficie del océano. Como ya hemos dicho con anterioridad, en esta técnica no vemos esto como un fracaso, sino por el contrario integramos los pensamientos como parte de la misma. Al darnos cuenta de que estamos nuevamente en la superficie del océano, volvemos a utilizar nuestro vehículo o Mantra, para volver a profundizar, a zambullirnos. A estos ciclos de profundizar, permanecer durante cierto tiempo allí, y luego volver a experimentar pensamientos involuntarios, los llamamos “Circuitos”.
Es muy posible que el meditador con cierto grado de experiencia comience a experimentar estados de conciencia cada vez más profundos y duraderos. Allí se experimentará una paz muy profunda y una dicha que están más allá de toda explicación racional. Esta dicha o profunda felicidad no viene de ninguna fuente o razón externa a nosotros. En estos estados es muy posible que ya no haya ni mantra ni pensamiento, solo la experimentación de este estado de profundidad. De todas formas, aun en el meditador experimentado, los pensamientos suelen volver a aparecer luego de cierto tiempo, y se vuelve a realizar todo el Circuito como mencionamos antes.
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