Extraído del Curso a distancia "Grafología Psicoespiritual, Capacitación Profesional + Trabajo interno", por Gabriela Béduchaud
Viktor Frankl, el reconocido psiquiatra vienés fundador de la Logoterapia, señala que el espíritu es la esencia del ser humano. Explica al hombre como poseedor de un cuerpo susceptible de enfermar; de una psique que puede sufrir perturbaciones, y de un espíritu, que siendo su núcleo esencial, permanece saludable y nunca enferma.
La esencia humana espiritual permanece intacta más allá de la gravedad de las experiencias vividas y de los traumas infantiles que pudieron haber dañado la personalidad. En verdad, podemos descansar en la realidad de que nuestro profundo núcleo esencial continúa entero a pesar de los aconteceres de la existencia.
Una experiencia personal profesional
Comparto a continuación una experiencia personal que confirmó en mí, ya hace más de treinta años, la afirmación de Frankl constituyéndose en un motor central en mis búsquedas profesionales, modalidades de trabajo y asistencia.
Cursaba el último año de la carrera de Psicología en la Universidad Católica Argentina y comenzaba el tiempo de prácticas con pacientes en hospitales. Me había tocado asistir a uno de los más grandes centros psiquiátricos de Buenos Aires. Y como anhelante buscadora no perdía oportunidad para andar por los pasillos, hablar con la gente, interactuar, observar, aprender…y cómo no decirlo… sentir un profundo dolor compasivo por todo lo que veía.
Para ese tiempo había iniciado, paralelamente con el estudio facultativo, una práctica con el cuerpo creada por la reconocida bailarina María Fux: la Danzaterapia, destinada en principio al trabajo con personas sordas, mudas y con otras discapacidades. Con una compañera nos propusimos aplicar parte de lo que en esas clases de arte y terapia aprendíamos, sumando otros recursos, al hospital psiquiátrico de nuestras prácticas universitarias. Y así lo hicimos. Se nos fue permitido llevarlo a cabo y cada semana, luego de haber preparado cuidadosamente los potenciales encuentros, llegábamos al nosocomio con nuestro equipo de música, papeles, crayones, elementos y todo lo que considerábamos necesitar. Por supuesto, como es habitual, las estructuras preestablecidas se rompían ante los disparadores que traían los mismos internos transformándose en otra cosa…siempre magia pura. ¡Cuánto aprendizaje para el alma!! Las teorías académicas muchas veces no cerraban y en otras ocasiones… nos fascinaba confirmar los cuadros psíquicos tan claramente descriptos por la Psiquiatría y la Psicopatología. Sin embargo, en lo personal, era un amor muy profundo el que se movía y activaba en mi cada vez… trascendiendo toda teoría.
En cierta ocasión, para un día de la primavera, decidimos organizar el encuentro semanal como un festejo especial con globos, dulces y cosas ricas para compartir. Internamente tenía una ‘deuda pendiente’. Semanas atrás había comenzado a molestarme una sensación personal que quería trascender. Me costaba acercarme a un paciente con no sé qué cuadro psiquiátrico, que impactaba e impresionaba por sus deformaciones físicas y siempre quedaba como ‘recostado’ sobre una mesa mientras todos los demás alegremente ingresaban al salón donde compartíamos la danza, las dinámicas y la música. Aquel día fui con el claro propósito, pidiendo la asistencia divina, de acercarme a él trabajando en mí, valores como el coraje, la compasión, la determinación, entre otros… desvirtuados por el miedo. Así fue que accedí a su historia clínica para tan solo buscar su nombre…solo su nombre…Juan. Era lo único que me parecía importante en ese instante, dejando algo de lado cualquier conocimiento de su enfermedad y su biografía. Y me acerqué a aquella mesa y fui a su encuentro…y al encuentro con esos valores a trabajar simultáneamente en mí. Le dije ‘buen día’ mencionando su nombre. Lo repetí varias veces observándolo y observándome… conectando con mis miedos, mis rechazos, mi sentir, procurando, a su vez, transmitirle confianza, aceptación, mostrándole a un humano como él, disponible para él, dispuesto y enfocado en su presencia. Pasó un ratito antes de que levantara su cabeza y me mirara… Tal vez pasó un ratito para permitirle a él recordar su nombre, resonar con él, conectar… y para permitirme a mi acomodar y liderar mis emociones con consciencia. Y así fue que, en un momento, nuestras miradas se encontraron.
Mientras le proponía participar del encuentro y le decía alguna otra cosa…en otro nivel, que trascendía toda palabra hablada, se producía una reunión de almas, un encuentro espiritual, bello, sano, profundo… Allí no parecía haber enfermedad, dificultad ni fealdad alguna. Se desdibujó absolutamente, por ese instante eterno, todo rasgo físico desagradable o impactante.
Este evento maravilloso sigue presente en mi luego de tantísimos años y tanta experiencia y vivencia posterior, también intensa y de revelación constante. Sin embargo, aquel hecho constituyó un hito que no sólo confirmó lo que mi mente y mi alma intuían, sino que marcó y definió un estilo de enfocar la profesión y la vida…que, de algún modo, para mí, comenzaron a integrarse y a ser lo mismo, con distintos matices.
Estudiando y ahondando en el tema fui dándome cuenta de que si bien tanto psiquismo como espíritu son realidades inmateriales, se plantea una diferencia entre ambos. La dimensión psíquica es influenciada, condicionada, impulsada y afectada por las emociones, las tendencias, las necesidades y el instinto. En cambio, no es lo que ocurre en el plano del espíritu.
Autora: Gabriela Beduchaud
Extraído del Curso a distancia "Grafología Psicoespiritual, Capacitación Profesional + Trabajo interno":
https://www.caminosalser.com/i1591-curso-a-distancia-y-presencial-consultor-en-grafologia-psicoespiritual/
- Sonia Mansur
08-05-2017 18:46hs - país: Argentina
Muy hermoso este artìculo, que nos hace comprender por que tantas personas que han tenido tremendas experiencias negativas en su vida muestran todavìa pureza en su corazòn herido: es su espiritu que nada puede manchar Gracias
Meditación, Retiros Espirituales, Meditación de la Conciencia Pura, Ho'Oponopono, Camino Espiritual Integrado, Meditación So Ham, Sesiones Individuales... ver más