Por Nancy Erica Ortiz
Mi hijo no entiende el "no porque no”, ¿tendría que hacerlo?
Fuente imagen: http://www.psicologiaclinicamacias.es/
Hace unos días recibo la consulta de una persona que está realizando el Curso “Los Niños de Hoy”. Una madre que comparte sus observaciones sobre los límites, la necesidad de encontrar los puntos justos entre autoritarismo y permisividad. Culmina citando un comentario que le dijo la directora de la escuela a la cual concurre su hijo: “Su hijo no entiende un no porque no”. Lo cual le despertó a ella la pregunta: “¿Debería hacerlo?”.
Buscando la coherencia y la verdad
Los niños no entienden un "no porque no", simplemente, porque siempre están buscando la coherencia y la verdad, y esta respuesta es no es verídica.
Todo “no”, límite o negativa tiene una justificación. Todo. Nada es porque si y nada es porque no, si fuera así sería como estar librados a algo caprichoso.
Ellos necesitan entender los motivos y las causas, sobre todo si hablamos de edades superiores a 6-7 años.
Aquí hay dos puntos importantes para observar: uno está en relación a la actitud del niño, y otro en relación a la del adulto. Veamos:
La actitud del niño: Si ante un límite, este pregunta "¿por qué no?", debe aprender a hacerlo con respeto, por real curiosidad, sed de verdad y justicia. Es muy distinto cuando se hace por una actitud rebelde, “patotera” que solo busca incitar una reacción en quién lo escucha. No desea realmente saber, sino oponerse porque si, mostrando intoleracia y resistencia indiscriminada.
Esta actitud no le sirve al niño, ni es la que hay que permitir. Tampoco, por supuesto, le sirve a la relación con el adulto.
Todo padre, docente, educador, debe permitir la pregunta, estimularla, y debe aprender a enseñar a formularla de buena forma. Que la base sea la curiosidad, por ende, el amor a saber.
Si el adulto no sabe hacer esto, y a esto se le suma que el niño pregunta provocando y poniendo a prueba, generalmente solo crece la discordia. Ambos se aferran a su postura con rigidez y enojo.
El grande se vuelve infantil, respondiendo “no, porque no”, y se lee entre líneas, “porque yo tengo el poder, y tú, no”.
Se arma un circuito insano, de dolor. El niño en un mayor sentimiento de impotencia, aumenta su rebeldía, y así crece la distancia en el vínculo.
La otra cara de la situación es la actitud del educador: Siempre hay una respuesta para todo, solo hay que saber encontrarla. Si se dice un “no”, esto tiene seguro un motivo. A veces, no hay que dar largas explicaciones. Simplemente la respuesta puede ser así de sencilla “porque aquí (escuela, otro lugar, etc.) se hace de esta manera. Este es un acuerdo del lugar. Si en tu casa lo haces de otra, es porque allí tienen otros acuerdos, y no está mal. Pero aquí el acuerdo es este…”.
Es casi como como decir “no, porque no” pero se valida la negativa, y se incluye la realidad cotidiana que el niño intenta defender.
Cuando se tiene una respuesta, se cierra el círculo, y todos podemos descansar adentro. Cuando no se entiende, o lo que se entiende es que alguien está teniendo una actitud de autoritarismo: “yo tengo el poder aquí”, ahí comienza la guerra donde ninguno gana, ninguno.
Cuando los grandes levantan batalla en contra de una actitud del niño, sin hacer un esfuerzo por acercarse, ambos salen heridos en su alma.
Lo único que todos queremos es ser comprendidos y respetados, y esto es lo que tanto niño como adulto están pidiendo y necesitando en la disputa.
Pero, ¿quién comienza? y… debería comenzar el mayor, el educador, simple y sencillamente porque tiene más madurez emocional, capacidad para mirar y mirarse, posibilidad de comunicarse desde distintas herramientas…
Siempre lo digo, y lo seguiré diciendo, no podemos pretender que el niño nos haga las cosas fáciles. Nosotros somos los que debemos enseñarles el camino hacia ello.
Así que aquí el trabajo del primer paso debemos darlo nosotros. Poder mirar más allá, escuchar por encima de las palabras que el niño pronuncia. Enseñar sobre la forma, sin dejar de validar el contenido de la misma.
Los niños captan rápidamente nuestro deseo de acercarnos, no hay quien se resista a una guía amorosa y sincera.
Autora: Nancy Erica Ortiz
BioEducadora
Facilitadora del:
Curso a Distancia "Los Niños de Hoy"
Curso a Distancia: “Crisis, síntomas y manifestaciones de los Niños de Hoy"
- magaly manrique
20-12-2016 14:28hs - país: Venezuela
que bueno conseguir personas que te ayuden a superar las misicitudes de la vida sobre todo que te ayuden a equilibrar la vida en común con la familia bravo por eso se les quiere...... he aprendido mucho ahora espero poder ponerlo en practica - angélica
18-12-2015 03:21hs - país: Mexico
Que difícil es ver la verdad por encima de mis creencias, agradezco sinceramente este boletín soy abuelita y estoy aprendiendo o recordando que los niños tienen alma al igual que yo y merecen ser respetados y guiarlos con todo el amor, mil gracias - EstebanG
17-12-2015 09:39hs - país: Argentina
Definitiva mente solo podria acotar que ala gente irrespetuosa para con los niÑos hay que dejarla sola quiza persiban al fin la nesesidad de ellos y su importancia el mundo vive se alimenta de los niÑos los niÑos son engaÑados por el mundo y utilizados penosamente para seguir sh ira ndo el delito y su recambio el amor es sabio se conecta con la justicia NO esperen que un ninio oz ame sino le respetan justamente y reconosen la vida en el. Publique mis comentarios el respeto es para con la vida No respeto la estupides la vida es sol ita ria persivan que nesesitan mas a los niÑos que los niÑos a ustedes No muerdan la mano que oz da de comer . Los niÑos siempre van a estar mas elebados que los adultos sensilla mente pesan menos y vuelan mas.
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