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"No vemos las cosas tal como son sino tal como somos." El Talmud
Prueba del Paraíso: la experiencia del Dr. Eben Alexander en el más allá

Revista Newsweek

Introducción:
La famosa revista Newsweek sorprendió a muchos en su edición de Octubre 2012 con una portada y un titular impactante: "El cielo es real - La experiencia de un Doctor en el más allá". La revista publica un artículo escrito por un prestigioso neurocirujano estadounidense que luego de haber vivido una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), asegura haber visto y viajado al más allá. Presentamos a continuación la traducción completa de la nota de Newsweek.

El paraíso es real: La experiencia de un doctor en el más allá

Cuando un neurocirujano se encontró a si mismo en estado de coma, experimentó cosas que nunca creyó posibles: un viaje al más allá.

por el Dr. Eben Alexander, Newsweek, 08 de Octubre 2012

Fuente original: https://www.newsweek.com/proof-heaven-doctors-experience-afterlife-65327
Traducción: Sebastián Alberoni - www.caminosalser.com

Como neurocirujano, yo no creía en el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte. Hijo de un neurocirujano, crecí en un mundo científico. He seguido el camino de mi padre y me convertí en un neurocirujano académico, enseñando en Harvard Medical School y otras universidades. Entiendo lo que ocurre en el cerebro cuando las personas están a punto de morir, y siempre había creído que había una buena explicación científica para los viajes celestiales fuera del cuerpo, descritos por aquellos que escapaban a la muerte por poco.
El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real.

Aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de título que de creencia real. No me molestaban los que querían creer que Jesús era más que simplemente un buen hombre que había sufrido a manos del mundo. Simpatizaba profundamente con aquellos que querían creer que había un Dios en alguna parte ahí fuera que nos amaba incondicionalmente. De hecho, envidiaba a esas personas la seguridad que esas creencias sin duda les proporcionaban. Pero como científico, simplemente creía que era incorrecto creer en eso.
En el otoño de 2008, sin embargo, después de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte.

Se cómo pronunciamientos como el mío les suenan a los escépticos, así que voy a contar mi historia con la lógica y el lenguaje del científico que soy.

Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi corteza entera - toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia nos hace humanos- se había apagado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e. coli habían penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.

Cuando entré en la sala de emergencias aquella mañana, mis posibilidades de supervivencia en algo más que un estado vegetativo ya eran bajas. Pronto estas posibilidades cayeron a casi nulas. Durante siete días estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuestas, mis funciones cerebrales superiores totalmente fuera de línea.

Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.

No hay una explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba en estado de coma, mi mente - mi conciencia, mi yo interior - estaba viva y bien. Mientras las neuronas de mi corteza cerebral fueron aturdidas hasta su total inactividad por las bacterias que las habían atacado, mi conciencia liberada del cerebro había viajado a una diferente y mayor dimensión del universo: una dimensión que nunca había soñado que podía existir, y que mi viejo yo previo al coma hubiera estado más que feliz explicando que se trataba de  una simple imposibilidad.
Pero esa dimensión, a grandes rasgos, la misma que describen incontables personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte u otros estados místicos, está allí. Existe, y lo que vi y aprendí allí me ha puesto literalmente en un mundo nuevo: un mundo en el que somos mucho más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la muerte no es el final de la conciencia, sino más bien un capítulo de un vasto e incalculablemente positivo viaje.
No soy la primera persona en tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y  maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia humana. Pero hasta donde yo sé, nadie antes que yo haya viajado alguna vez a esta dimensión (a), mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b), mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de coma.
Todos los argumentos principales en contra de las experiencias cercanas a la muerte sugieren que estas experiencias son el resultado de un mínimo, transitorio, o parcial mal funcionamiento de la corteza cerebral. Sin embargo, mi experiencia cercana a la muerte no tuvo lugar mientras mi corteza estaba funcionando mal, sino mientras estaba simplemente apagada. Esto se desprende claramente de la gravedad y la duración de mi meningitis, y de la complicación cortical global documentada por los escaneos TC y exámenes neurológicos. Según el conocimiento médico actual sobre el cerebro y la mente, no hay absolutamente ninguna manera de que yo pudiera haber experimentado ni siquiera una conciencia débil y limitada durante mi tiempo en el estado de coma, y mucho menos la odisea híper vívida y completamente coherente que experimenté.

Me tomó meses aceptar lo que me pasó. No sólo la imposibilidad médica de que había estado consciente durante mi coma, pero más importante aún, las cosas que sucedieron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes, esponjosas, de color rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en contraste con el  profundo cielo negro-azul.

Más alto que las nubes, inconmensurablemente más alto, una multitud de seres transparentes y brillantes se movían trazando arcos por el cielo, dejando largos trazos como serpentinas detrás de ellos.

¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores.

Un sonido, enorme y retumbante como un canto glorioso, descendió desde lo alto, y me pregunté si los seres alados lo estaban produciendo. Nuevamente, pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de estas criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir este sonido,  y que si la alegría no salía de ellos de esta manera entonces simplemente no serían capaces de contenerla. El sonido era palpable y casi material, como una lluvia que se puede sentir en tu piel, pero que no te moja.

Ver y escuchar no estaban separados en este lugar donde ahora estaba. Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente, alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con ello de alguna forma misteriosa. Una vez más, desde mi perspectiva presente, me permito sugerir que no se podría mirar “hacia” nada en ese mundo en absoluto, porque la palabra "hacia" en sí misma implica una separación que allí no existía. Cada cosa era distinta, pero cada cosa era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en una alfombra persa ... o en el ala de una mariposa.

Se vuelve más extraño aún. Durante la mayor parte de mi viaje, alguien más estaba conmigo. Una mujer. Ella era joven, y me acuerdo de cómo era en detalle. Tenía los pómulos altos y ojos profundamente azules. Trenzas doradas enmarcaban su hermoso rostro. La primera vez que la vi, estábamos juntos cabalgando sobre una superficie con un intrincado patrón, que después de un momento me di cuenta que era el ala de una mariposa. De hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros, enormes y agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y volvían de nuevo a nuestro alrededor. Era un río de vida y color, moviéndose a través del aire. La vestimenta de la mujer era simple, como la de un campesino, pero sus colores en polvo azul, índigo y pastel de naranja-durazno tenían la misma abrumadora y súper vívida vitalidad que todo lo demás. Ella me miró con una mirada que, si la vieras durante cinco segundos, haría que tu vida entera hasta ese punto valiera la pena, sin importar lo que haya ocurrido en ella hasta ahora. No era una mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada que de alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo superior, que contenía todos estos tipos de amor en si mismo, mientras al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos.

Sin pronunciar una sola palabra, ella me habló. El mensaje me atravesó como un viento, y al instante comprendí que era cierto. Lo supe de la misma manera en que supe que el mundo que nos rodeaba era real, no era una fantasía pasajera e insustancial.

El mensaje tenía tres partes, y si tuviera que traducirlas al lenguaje terrenal, sería algo como esto:

"Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para siempre."

"No tienes nada que temer."

"No hay nada que puedas hacer mal."

El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente.

"Te vamos a mostrar muchas cosas aquí", dijo la mujer, una vez más, sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. "Pero eventualmente vas a regresar".

Para ello, sólo tenía una pregunta.

¿Regresar a dónde?
Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los días más perfectos de verano, sacudiendo las hojas de los árboles y fluyendo como agua celestial. Una brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a mi alrededor en una octava incluso más alta, una vibración más alta.

A pesar de que aun tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la idea que tenemos de él en la Tierra, sin decir palabras comencé a formular preguntas a este viento, y al ser divino que sentía que trabajaba detrás de él o dentro de él.
¿Dónde está este lugar?
¿Quién soy yo?
¿Por qué estoy aquí?
Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo. Lo más importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas abrumándolas. Respondían a las preguntas, pero de una forma que pasaba el lenguaje por alto. Los pensamientos me entraban directamente. Pero no era pensamiento como lo experimentamos en la Tierra. No era vago, inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y más húmedos que el agua, y mientras los recibía era capaz de comprender al instante y sin esfuerzo conceptos que me habría llevado años comprender plenamente en mi vida terrenal.
Seguí avanzando y me encontré ingresando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en tamaño, pero también infinitamente reconfortante. Era profundamente negro pero a la vez rebosante de luz: una luz que parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más cerca de mí. El orbe era una especie de “intérprete” entre mí y esta vasta presencia que me rodeaba. Era como si yo estuviera naciendo a un mundo más grande, y el propio universo era como un útero cósmico gigante y el orbe (que sentí estaba conectado de alguna manera con, o incluso era idéntico a la mujer sobre el ala de la mariposa) fue guiándome a través de él.

Más tarde, cuando volví, me encontré con una cita del Siglo XVII, del poeta cristiano Henry Vaughan, que estuvo muy cerca de describir este lugar mágico, este núcleo vasto y negro como tinta, que era el hogar de la misma Divinidad.

“Hay, dicen algunos, en Dios, una oscuridad profunda pero deslumbrante”.

Eso era exactamente: una negra oscuridad que también estaba rebosante de luz.
Sé muy bien cuan extraordinario, cuan francamente increíble, todo esto suena. Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo el hechizo de algún delirio. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos.

Lo que me pasó exige una explicación.

La física moderna nos dice que el universo es una unidad que es indivisible. Aunque parece que vivimos en un mundo de separación y diferencia, la física nos dice que debajo de la superficie, cada objeto y acontecimiento en el universo está completamente entretejido con todos los demás objetos y eventos. No hay verdadera separación.

Antes de mi experiencia de estas ideas eran abstracciones. Hoy son realidades. El universo no sólo está definido por la unidad, sino también, ahora lo sé, definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es - he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras.

He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo el hecho de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la gente en general.

No espero que esto sea una tarea fácil, por las razones que he descrito anteriormente. Cuando el castillo de una vieja teoría científica comienza a mostrar líneas de falla, al principio nadie quiere prestar atención. En primer lugar, el antiguo castillo simplemente ha tomado mucho trabajo para ser construido, y si se cae, uno completamente nuevo tendrá que ser construido en su lugar.

Esto lo aprendí de primera mano después de que estuve lo suficientemente bien como para volver a salir al mundo y hablar con otras personas -personas, es decir, que no sean mi sufrida esposa, Holley, y nuestros dos hijos-, acerca de lo que me había pasado. Las miradas de incredulidad cortés, especialmente entre mis amigos médicos, pronto me hicieron ver la gran tarea que tendría para que la gente comprendiera la enormidad de lo que había visto y experimentado esa semana mientras mi cerebro estaba apagado.

Uno de los pocos lugares en los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia. La primera vez que entré en una iglesia después de mi coma, veía todo con ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba. Las notas bajas profundas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y, lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun más grande e insondablemente glorioso que el que me habían enseñado de niño en la escuela dominical.

Hoy en día muchos creen que las verdades espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí.

Pero ahora entiendo que esta opinión es demasiado simple. El hecho cierto es que la imagen materialista del cuerpo y el cerebro como los productores, en lugar de los vehículos, de la conciencia humana, está condenada. En su lugar, una nueva visión de la mente y el cuerpo va a surgir, y de hecho ya está emergiendo. Este punto de vista es científico y espiritual en igual medida y valorará lo que los más grandes científicos de la historia siempre se han valorado por sobre todo: la verdad.

Esta nueva imagen de la realidad tomará mucho tiempo en armarse. No va a estar terminada en mi tiempo, o incluso, sospecho, tampoco en el tiempo de mis hijos. De hecho, la realidad es demasiado vasta, demasiado compleja y demasiado irreductiblemente misteriosa para que una imagen de ella alguna vez llegue a estar absolutamente completa. Pero, en esencia, esta imagen mostrará al universo en evolución, multidimensional, y conocido en detalle hasta cada uno de sus últimos átomos por un Dios que nos cuida mucho más profunda y apasionadamente que cualquier padre que alguna vez haya amado a su hijo.

Aun sigo siendo un doctor, y aun sigo siendo un hombre de ciencia, casi exactamente igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero en un nivel más profundo soy muy diferente a la persona que era antes, porque he podido vislumbrar esta imagen de la realidad que está surgiendo. Y puedes creerme cuando te digo que va a valer la pena cada pequeño paso de la labor que nos llevará, y a los que vienen después de nosotros, para llegar a comprenderla bien.

Proof of Heaven
A partir de esta experiencia, el Dr. Eben Alexander ha escrito un libro titulado "Proof of Heaven: A Neurosurgeon's Journey into the Afterlife" ("Prueba del Paraíso: El Viaje de un Neurocirujano al Más Allá". Este libro se puede adquirir en Amazon.com haciendo click aquí (por ahora solo disponible en idioma Inglés).


Traducción:
Sebastián Alberoni - www.caminosalser.com

Link al artículo completo “Heaven Is Real: A Doctor’s Experience With the Afterlife” de la revista Newsweek:

https://www.newsweek.com/proof-heaven-doctors-experience-afterlife-65327

Etiquetas: Vida después de la vida Experiencia cercana a la muerte Muerte Sentido de la vida Universo Infinito


Comentarios: (nota: se muestran primero los comentarios más recientes)
  1. Hanner DC   16-12-2017 22:33hs - país: Perú
    Por el momento no he tenido experiencias de Dios , pero si puedo decir que el amor grande rompe barreras inexplicables , si todos nosotros los seres vivos hiciéramos el bien ayudando a nuestro prójimos seria el mundo distinto.
    No olvidemos al creador que es un ser que no podemos imaginar el poder y el amor que nos tienes hacia nosotros.
    Hacer el bien en este mundo vivo! que muy pronto conoceremos el mundo donde vive el creador .
  2. Dilsia Molina   29-09-2017 17:43hs - país: Venezuela
    Es real el cielo como lo cuenta la biblia y nuestro precioso JESUS que nos ha dado libertad para llegar al lugar santisimo de nuestro DIOS. ESO tambien lo he vivido en el espiritu ,he experimentado en el paraiso esa pradera verde hermosa y almas vestidas de blanco hablando entre si. alli hay una paz indescriptible que yo no me queria venir, mi amigo jesus me decia que no me podia quedar porque todavia no era mi tiempo.gracias a DIOS que un Dr, como ud. haya tenido esta gran oportunidad. aclaro que yo nunca he estado en estado critico,ni drogas,ni medicamentos etc.


  3. Andre Degel   07-02-2017 10:00hs - país: Ecuador
    Sin comentarios por ahora.
  4. humberto silva   03-12-2016 10:45hs - país: Colombia
    excelente el articulo
  5. Patricia   25-09-2016 10:32hs - país: Chile
    Cundo leí el libro de es médico no comprendo muchas cosas ...hoy mientras leía su historia..y leía sus comentarios ..me pasa que siento muy familiar su historia ..ya que cuando habla escuchar sin palabras sin sonidos y cuando describe sus sensaciones su amor su felicidad yo muchas veces me expreso como si mi mundo perfecto fuese así danzar con las melodías del amor ser parte de un todo sentirme tan ligera tan amada sentir la caricia de la briza en fin pienso hoy ....nunca estado cerca de la muerte ...pero me pregunto tendré estos recuerdos de hantes de venir a este mundo????no lo sé pero si todo me es muy familiar y casi casi puedo sentirlo ... bendiciones
  6. Genovese susana beatriz   02-09-2016 11:54hs - país: Argentina
    Tengo 71años. Y recuerdo todavia muy. Bien cuando cumpli 15 años. Un 28 de marzo. Al alba desperte como si. Me llamaran. Y vi mi habitacion iluminada. Con una llama igual. A una. Vela. Estaba en una de las paredes. Era color blanco-amarillenta. Y sentia paz y emocion sentia que alguien me regalaba eso. Por mi cumpleaños llame a. Mi madre ella vino y se apago. Pero logro verla. Un segundo. Fue mi mejor regalo. En toda mi. Vida pienso que fue Dios que se acordo de mi.
  7. YESICA   20-04-2016 09:21hs - país: Costa Rica
    Dios es bueno.
  8. Giovanni Ruiz   18-02-2016 08:51hs - país: Colombia
    Saludos a todos. No solamente el Dr. Eben Alexander, esta registrado ya en los anaqueles
    de la historia como persona que tuvo una experiencia con el cielo, sin lugar a dudas, el cielo existe asi como existe el infierno; como existe al autor de toda la creación, ese maravillo, único y soberano Dios, invisible pero real, como el oxigeno invisible pero real. El Apóstol Pablo en una de sus cartas a la naciente iglesia del Señor Jesucristo, también afirma haber estado en un lugar en donde no le es permitido al hombre entender ni comprender palabras ni lo que allí existe; sencillamente porque en nuestra naturaleza humana no lo podemos comprender, por eso el señor Jesucristo dijo, que tenia muchas cosas aun por enseñarnos pero toda vía no las podíamos sobrellevar; es decir fuera de la enseñanza del evangelio de Jesucristo existe otra enseñanza que nos sera impartida a todas las personas que logremos por la gracia y misericordia de Dios ingresar a la vida eterna. Es lo que Dios en Sagrada Biblia llama Perfección. Así que si estamos interesados en formar parte de ese grupo selecto, nos debemos arrepentir de todo pecado y comenzar a vivir en santidad, porque escrito esta: SEGUID LA PAZ CON TODOS Y LA SANTIDAD SIN LA CUAL NADIE VERA AL SEÑOR; esto solamente es posible si le entregamos nuetras vidas al Señor Jesucristo, porque Claramente el dijo: Nadie puede ir al Padre (Celestial) sino es por mi. Te recomiendo que en el país en donde te encuentres sintonices por Internet la pagina Iglesia Cristina del Movimiento Misionero Mundial, pero por sobre todo escudriña la Biblia y rechaza toda enseñanza que no esta acorde al mensaje de Dios para la humanidad contemplado en La Biblia. Que dios les bendiga....
  9. Natalia Vivanco   09-12-2015 13:42hs - país: Ecuador
    Dr. Su experiencia es única créame que es verdadera, la sensación que se tiene cuando se está en presencia de Dios o algún mensaje suyo, es único, irrepetible e incomparable. Por eso quiero compartir con Ustedes y con el mundo, dos sueños que tuve.

    La madrugada del sábado 30 de octubre del 2012, tuve un sueño muy extraño pero realmente especial, y casi tan real como si lo hubiera vivido.

    Estaba yo en mi auto con mi pequeña María Victoria, dirigiéndonos a nuestra casa, acababa yo de recogerla de su guardería y veníamos jugando; estando a la altura de San Juan de Cumbayá, empezó a erupcionar un volcán, a caer rocas grandes y bajar lava incandescente, de repente los carros no podían avanzar más por el caos y la congestión, entonces decidí coger a mi hija y bajar del auto para correr a refugiarnos, en eso la tierra empezó a abrirse y brotó lodo y piedras en el cual todas las personas quedamos atrapados, de pronto ya no había autos sino, cientos, miles de personas todas atrapadas en el lodo tratando de salir, de pronto apareció en el cielo la figura de Jesucristo. Él lucía joven, vestido con una túnica harapienta, pero su rostro era lindo, claro, sus ojos puros, tan azules que eran casi transparentes; y de pronto entre truenos dijo: ?El fin de los días está por venir?, por el gran sonido y estruendo, mucha de la gente en el lodo regresamos a ver y le pusimos atención, escuchando su mensaje mirándolo fijamente; sin embargo había otra gente que no prestaba atención y seguía gritando y haciendo relajo tratando de salir del lodo, a lo que Jesús dijo: ? A Ustedes (dijo señalando a quienes le prestábamos atención) por tener fe en mi, les voy a dar una segunda oportunidad, pero a Ustedes ( señalando a quienes ni siquiera lo veían) por no creer en mi, NO?, y en seguida se hundieron y se perdieron en el lodo. De pronto todos los que pusimos atención fuimos sacados del lodo y aparecimos en lo alto de una peña, en donde me encontré con mi mamá, la ví unos veinte años más joven, con uno de sus vestidos favoritos, y me dijo: ? Natita que bueno que te encuentro!, Estaba perdida, en donde yo estoy todo es obscuro, yo llamo y nadie responde?, entonces le dije: no te preocupes, ven conmigo; así que con mi nena en brazos, nosotros y toda la multitud que estábamos en esa colina empezamos a subir hacia una especie de campamento que estaba en la cima. Al llegar ahí, eran unas casas blancas, distribuidas de tal forma que parecía un refugio después de una tragedia, en la puerta se encontraba mi cuñado, recibiendo a la gente que llegábamos y nos decía: ?Bienvenidos, aquí estamos quienes hemos escuchado el llamado?; en eso su esposa, aparece y le abraza a mi mami, y le dice: ?Señora linda que gusto verle aquí, venga pase, vamos conmigo, por aquí están las señoras?. Le pregunté a mi cuñado por mi esposo respondiéndome que no me preocupará, que él ya estaba ahí, que fuera a verlo y me señala una dirección. Y mi sueño termina.

    El segundo sueño se dio un año después, exactamente la misma fecha. La noche del miércoles 30 y madrugada del 31 de octubre del 2013, tuve un sueño muy angustiante y casi tan real como si lo hubiera vivido.

    Era de mañana, estaba en una cafeteria a la que nunca había ido, me encontraba junto con mi prima Paulina, y la veo embarazada, paradas frente a la caja pagando, cuando una señora señalando hacia fuera, a las montañas, pregunta ¿Eso de ahí es agua? Y regreso a ver, y sobre las montañas veo una ola gigantesca que rebasa la montaña más alta de mi ciudad y cae de golpe inundando todo de repente.

    En eso me acuerdo que mi esposo y cuñada estaban cerca; corro para buscarles y en la calle me encuentro con un familiar en su auto, quien me dice: Vamos yo te llevo, yo sé en donde está tu esposo. En ese momento llamo al Colegio de única hija, y me tratan como loca, me dicen que no hay ninguna ola, que ahí no ha pasado nada, pero que van a sintonizar las noticias. Aparecen imágenes de que en la radio y en la tele se ven personas dando explicaciones de lo sucedido, dicen que no es ningún tsunami, sino que las montañas se han comprimido y han sacado el agua subterránea de su interior por el calentamiento global, pero que ya no va a volver a pasar.

    De pronto aparecemos en un edificio de oficinas con un gran ventanal y parada fuera del ascensor, veo como otra ola gigantesca viene, golpea las ventanas y se lleva a la gente, pero no me toca. Veo gente corriendo sin saber qué hacer, de pronto veo las escaleras de escape y bajo corriendo.

    Después aparezco con mi esposo, y toda la gente está desesperada corre de aquí para allá, veo a un hombre con la cara transformada, se le ve cara malvada con odio, y disfrutando del daño que está haciendo, con la piel con unas manchas negras, bueno horrible! disparando a la gente y nos dispara a nosotros, nos metemos en un carro, y una señora con un bebe en brazos se nos acerca y nos pide que le llevemos, que ahí le van a matar; se sube la señora y más allá en un parque que parece e
  10. jorge   30-11-2015 09:14hs - país: Argentina
    Quias el doctor experimento el lado no-ordinario de la mente, la mente o el cerebro es maravillo, en el momento de peligro genera neuro transmisores y se activa mucho el subconciente tengamos en cuenta que tenemos 10 a la 11 cantidad de neuronas y que trabajan como si fuera un sistema informatico de datos. Si en vida durmiendo un sueña con pasisaje maravillos, encuntros con mujeres maravillosos, flotar,volar, poseer dinero y riqueda o ser un faraón..etc Imagínense inducido por algún neuro transmisor.
    Quizás alguno dice que es un probadita de lo que nos aguarda. Yo creo, que no. Todo es muy distinto a cuando acontezca, lo que si tengo en claro es que en el momento de la muerte, la consciencia muy sutil se transfiere en aproximadamente 49 días. Como dije existen mundos maravillosos por arriba y por debajo, se pueden acceder a través del lado-no ordinario de la mente y ver animales desconocidos, monstruos y muchas cosas. Para ello puedes utilizar alucinógenos pero no lo recomiendo.
  11. jorge   30-11-2015 08:55hs - país: Argentina
    Esto doctor a mi modo de ver no tuvo un experiencia cercana a la muerte o mejor dicho no tuvo un paro cardiaco o una muerte cerebral, simplemente estuvo en un estado comatoso, peor no obstante su cerebro estaba oxigenando y sus neuronas a otro nivel introspectivo trabajaban quizás inducido por neurotransmisores conformaba todo aquello que el cuenta. La mente es maravilloso, puede construir un mundo todo de fantasia.
    Este Doctor quizás promociona su libro y gana dinero, pero no experimento la trasnferencia de conciencia o los bardos de nacer ,vivir y renacer.
    Alguien que tien una muerte en vida y es resucitado, si puede relatar el proceso, de que su conscienica emigra del cuerpo momentáneamente. Este doctor en su coma en ningun momento murió, se mantenía con vida.
  12. ALEXIS RAFAEL PIÑA RUJANO   09-10-2015 17:01hs - país: Venezuela
    Amigos. Al igual que el Dr. Alexander Ebert yo tambien tuve ua experiencia maravillosa mientras estaba en coma en una sala de terapia intensiva en la localidad de Punto Fijo, estado Falcon en mi pais Venezuela.Por una neumonia bilateral. tuve 11 dias inconsciente y sentia que salia de mi cuerpo mientras estaba en coma y me iba como en un ciclon a un lugar con mucha luz como un tinglado con pisos transparente y alrededor muchos arboles y pasaba un rio por debajo del tinglado, habian varios cubiculos o veia personas solo siluetas pero sentia como me echaban mucha agua y esa agua caia de tono oscuro a traves del rio . A penas lgraba escuchar la voz de mi hermana medico que me decia que respirara yo y no el aparato era inesplicable y tambien sentia la voz de mi hija Maria Gabriela pero muy lejano que me queria mucho, que era el mejor padre del mundo y eso me daba mucha fuerza para reaccionar y el amor de mi familia, a parte de que no cesaban las oraciones por parte de mi familia , mis compañeros de trabajo y mis amigos. No llegue a ver o pasar por el tunel que comentan muchas personas que han vivido esa experiencia pero si experimente la misericordia de Dios en mi quien me permitio despues de once dias reaccionar ante lo ocurrido ya que si no reaccionaba me desentubarian y como ultima opcion me harian una traquiotomia la cual no fue necesaria porque reaccione sastifactoriamente gracia a la misericordia divina de ese dios maravilloso quien me dio una segunda oportunidad de vida, para reconocerlo como mi salvador personal y dueño de mi vida y experimentar que el poder de la oraciòn en cadena como el poder del amor es lo que nos impulsa a sobrevir en este mundo, que hay que reconcer que existe un Dios que nos ama tanto que me siento bendecido por esta segunda oportunidad de vida. Soy un milagro de Dios.
  13. Alicia Montero   07-07-2015 16:15hs - país: Venezuela
    Dios es grande y tengo la certeza de que EXISTE....
  14. ANA MARIA CORREA ALDERETE   07-05-2015 14:36hs - país: Uruguay
    Hola a todos, quiero compartir con ustedes la experiencia de mi querido hijo Nicolàs, que estuviera padeciendo un linfoma no hodking que en la ultima etapa fuera a parar a su cerebro determinando a su enfermedad como terminal.
    Nicolàs falleciò hace ya 4 años y medio el 12 de setiembre de 2010, pero su experiencia, todo lo que nos contò luego de ella, la forma en que tomò su enfermedad luego de ella, la forma en que nos abrio la cabeza y todo lo demàs hace que crea profundamente...

    Comparto entonces con ustedes:

    20 de enero, 2010 "Mis grandes Revelaciones"
    Quien les habla Nicolás Patera Correa, para mis amigos y hermanos del alma: Tengo tanto para contarles, que no me alcanzarían las 24 hrs. del día para expresarlas, pero se los resumiré en pequeños mensajes entendibles para todos.
    Lo que a mi me ocurre, es la voluntad de mi Padre y la acepto porque es su voluntad. En mis oraciones siempre pedí desde que tengo uso de palabra y razón que antes que le sucediera algo a mis viejos, hermanos, amigos y familia en general me sucediera primero a mí. Les cuento que al fin ocurrió.
    Mi lucha contra el linfoma (cáncer) pasado no me afectó tanto como ésta.
    Si bien la medicina era fuerte, pude superarla junto a mi familia y seres queridos. Amigos y hermanos, hoy día el mismo linfoma se alojó en mi cerebro y la quimio que recibo es unas 5 o 6 veces más fuerte que la anterior. Puedo contarles y tengan fe en ello que puedo soportarla porque recibí ayuda divina. Gracias a Dios, la ayuda de mi Padre al fin llego, la sentí cuando estuve a las puertas de la muerte.
    Hoy en día doy gracias por ello y puedo garantizarles lo siguiente: queridos hermanos, no estamos solos, Dios, mi padre, realmente existe y siempre existirá. Soy testigo y un milagro de mi Padre en persona. Gracias a Él que me ilumina todos los días hoy puedo decirles a pesar de mis 22 años tantas cosas y puedo ayudarles a salir adelante.
    Mis hermanos, no estamos solos, porque como mi Padre dice "la casa de mi padre tiene muchas moradas". Yo lo comprobé en alma y persona. Me llenó de un amor y una tranquilidad únicos. Como les digo esto también les digo lo siguiente: el espíritu de nuestra madre tierra esta sufriendo muchísimo dolor a causa nuestra, la del hombre destructor, materialista, malvado, yo siento su sufrimiento en mi cuerpo y es muy doloroso.



    Debemos como seres humanos cambiar nuestra conciencia y pensar en nuestra madre tierra y en nuestro futuro, porque mi Padre el Cristo está a punto de retornar. Queridos hermanos no deseo asustarlos pero esto sucederá y no dentro de mucho. Además de volver para amar como ya lo hizo volverá para impartir justicia y acabar con el mal. Mi Padre no volverá solo, más adelante les diré con quienes volverá.

    Mis hermanos, aquí mis suplicas: Amarse los unos a los otros porque somos todos hermanos del alma. La llave para llegar a mi Padre se encuentra en todos nuestros corazones pero es muy difícil descubrirla. Yo la encontré en mi sufrimiento, porque mi Padre dijo: ?Solo aquellos que sientan el verdadero sufrimiento a ellos se les revelará la verdad.?
    Este sufrimiento, es el sufrimiento crìstico.


    Hermanos hay que acabar con la violencia, la envidia, el narcotráfico, la corrupción, la estafa, la droga y con todo lo impuro como los vicios que destruyen y llenan de mal a nuestros hermosos cuerpos y almas.

    Aprendí con lo que viví que, como mi Padre nos dice y me dijo la vida es un regalo, disfrútenla segundo a segundo y no se guarden nada para si mismos, compartan todo y ofrezcan absolutamente todo de si, a un amigo, a un hermano.
    En sus rezos, den siempre las gracias por sobre todo, y dejen de pedir tanto.Yo estoy para servirles y para transmitirles un pedacito de esta inmensa verdad.
    Gracias por creer en mí, y ayudarme a la distancia.
    Les envio desde mi corazón y alma un saludo fraterno y amoroso. Nicolas Patera Correa, del cielo a la tierra
    .
  15. maribe ballone   15-03-2015 00:13hs - país: Argentina
    Conozco varias experiencias de la vida despues de la muerte y
    sé que lo que cuenta el Dr.Alexander es real, soy terapeuta y
    maestra en Parapsicología y en mis pacientes escuché varias
    experiencias parecidas y pude hablar con gente que partió y es-
    cucharles decir "estoy bien, tengo mucha paz" Gracias

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