Charlando con un amigo acerca de cómo nos olvidamos de palabras en medio de una conversación, de temas del pasado, de la forma en que encaramos la memoria, me pareció interesante compartir algunas reflexiones. En principio, no estoy de acuerdo con que debemos recordar el pasado para no repetirlo. La razón por la que lo reproducimos es porque no hemos aprendido todavía la lección. Cuando la comprendemos e incorporamos, no se vuelven a repetir las experiencias porque no son necesarias, ya que la enseñanza está en nosotros. Así que, si vuelven una y otra vez, es porque aún hay cosas pendientes, no porque nuestra memoria es débil.
Una vez que integramos las vivencias a nuestra realidad, las situaciones deberían soltarse y quedarnos con lo aprendido. Pocas veces hacemos eso, porque no comprendemos que esas situaciones son oportunidades de aprendizaje y no desgracias que nos caen. Tendemos a quedarnos con el sufrimiento del suceso, a apegarnos al dolor y la oscuridad, en lugar de tomarlos como invitaciones a la expansión y el crecimiento. Una vez concretados, nos permiten vivir en la luminosidad a la que hemos accedido a través de ellos.
La consecuencia de esto es que vamos olvidando el pasado, para existir en un presente continuo y pleno. Muchos, sobre todo los que se apegan a sus memorias, ven esto como algo peligroso o indeseable. Creo que hay un gran cambio de paradigma involucrado en esto. Como nos vemos en una línea en el tiempo (pasado, presente, futuro), valoramos demasiado la primera y la última y el presente es nada más que el centro mínimo, apretado y pasajero del sándwich. Sin embargo, sólo existimos en el presente. Las oportunidades de creación están en este momento, si estamos concientes. Lo que tanto esperamos y deseamos puede presentarse en este instante y podemos perderlo al no estar presentes. La posibilidad de liberar el miedo está cuando lo enfrentamos en este segundo y no en algún punto del futuro, cuando las condiciones sean ideales (jamás lo son ni lo serán).
Hay también una razón espiritual para “olvidar” (tanto lo viejo como lo nuevo): nuestras mentes están eligiendo descartar aquello que no es relevante para nuestro presente inmediato. Esto incluye una mayor apertura a las memorias de nuestras conciencias expandidas, lo que posibilita abrirnos a lo que ya sabemos en vidas pasadas y que podemos utilizar ahora.
Otro aspecto es que ese AHORA no se lleva con el reloj ni con el calendario: es una especie de no-tiempo, se siente como estar en las nubes. Debido a que nos hemos atado al tiempo y a nuestros roles para identificarnos (“yo soy abogado desde hace tantos años”) y se nos está pidiendo dejar puntos externos de referencia, todo se está sintiendo brumoso. La única fuente de lo que somos deberá provenir de nuestro Ser interno y el afuera será la expresión física de Él… ¡muy desafiante!
Mi pasado se disuelve en la niebla, como un sueño, y me parece maravilloso. He tenido años de indecible dolor, miedo y confusión. Constituyen una información más, no son una carga, no me producen nada. En sí, me han dado preciados aprendizajes, los cuales vivo cada día. He tenido bellos momentos. Están en mí como una forma de ser, de apreciar el mundo. La Vida es un juego apasionante, una co-creación de la mano de Dios/Diosa: no necesito nada más que esa conexión.
Autora: Laura Foletto
Sitio Web: www.abrazarlavida.com.ar
- María del Carmen
06-08-2012 18:24hs - país: Argentina
Muy interesante el artículo,tiene que ver con mi presente,me ayuda a reflexionar y no tomar ciertos síntomas como una enfermedad.
¡Muchas gracias! - Maristela
14-07-2012 06:41hs - país: Uruguay
En realidad tampoco estoy segura si olvidamos, o simplemente recordamos de modos diferentes.- Integrados.-
Hasta 'ahora' nos manejamos básicamente con las funciones del Intelecto racional y deductivo, lógico y científico. - De pruebas y comprobaciones-. Era un universo bastante reptitivo y predecible. Hoy -por motivos varios-, hemos aprendido a dominar cada vez mejor, nuestras funciones del hemisferio derecho: la imaginación, la creatividad, la capacidad de 'captar información de maneras inexplicables'.-
Predomina la imagen y el audio, por encima de las leyes de decodificación del lenguaje escrito por ejemplo, -ni hablar de los números y sus complejas exactitudes-.
La imaginación y el dominio -conocimiento-, emocional e intuitivo, suelen tener la última palabra en las decisiones que tomamos. De allí que la incertidumbre predictiva sea nuesto mayor factor de tensiones, al tomar decisiones personales.-
El punto de diferencia queda enmarcado cuando nos volvemos totalmente dueños de la realidad que estamos creando.- Independientes de la realidad que cada uno se construye para sí mismo.- Delimitar actitudes con las que podemos establecer contratos relacionales, depende el tipo de realidad que un grupo humano genera a partir de su sinergia. (La resultante de interactuar, en forma Consciente y concomitante.)
Nadie puede cambiar el mundo que lo rodea, pero sí influir en él, y desde el re-conocimiento: establecemos normativas y límites. - Ambos hemisferios cerebrales deberían congeniar de forma consecuente.- Y la forma de rememorar es distinta en cada caso.
Algunas personas -casi todos niños-, deben crear desde una inventiva nueva, cada actitud y hábito por repetido que éste se vuelva. -Por el simple hecho de que evitan de forma in- consciente todo automatismo.
La Inteligencia práctica, así llamada porque se basa en el aprendizaje de hacer las cosas cotidianas, de forma ordenada y 'desde una memoria-automatizada'... Para quienes emplean casi exclusivamente sus funciones emotivas, intuitivas, imaginativas y creativas, sensitivas, o comunicativas, significa un esfuerzo idéntico, al de la primera vez, cuando van a hacer lo mismo, repetido.
Por esto si las verdades hoy se dice que son interpersonales, -por el alto grado de comunicación generalizada-, así mismo depende la realidad, de la inteligencia intrapersonal.
La calidad y rapidez, del flujo de información y energía, entre ambos hemisferios cerebrales, -de una misma persona-, despierta varias capacidades cognitivas simultáneas.
Lo cual reditúa en la posibilidad de observar un mismo tema, desde varios puntos de vista concomitantes, complementarios entre sí.
Creo que el silencio -a veces repentino-, que toma su lugar en un diálogo o conversación, tiene mayor relación con una Consciencia Silenciosa, de uno y del entorno, que con el olvido propiamente dicho. - Ya que la memoria regresa, al mismo tiempo que el silencio interior cesa, y su espacio vuelve a ser llenado con los pensamientos cotidianos. -
¿Y si fuera un mecanismo de defensa y descanso desde el propio lenguaje, que ocupa determinadas áreas vitales concretas, a fin de recuperarse? - Cada vez hay distntas formas de inteligencia verbal y comunicativa, -informativa-, que poco espacio dejan, para la Consciencia de Sí Mismo.-
Silencio & Sabiduría- Se llega por saturación o por Intención.-
CARIÑOS!!!!! - SOCORRO
14-07-2012 01:13hs - país: Mexico
¡GRACIAS! POR ENVIARME ESTE ARTICULO.
HOY SOLO QUIERO RECORDAR LOS MEJORES MOMENTOS, PARA SENTIRME POSITIVA Y VIVIR EL PRESENTE. DEJAR ATRAS LO QUE ME AYUDO A CRECER. ES LO MEJOR QUE PUDO HABER SUCEDIDO SINO QUE SERIA HOY DE MI.
ESTA REFLEXION ME HA LLEGADO OPORTUNAMENTE
¡UN ABRAZO!
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